Contribuir a situar en la Agenda educativa, académica, política y jurídica, la protección de la Infancia, en cualquier lugar y situación en la que se encuentre, los derechos de la infancia y especialmente el derecho universal a la educación, que sirva de referente para la elaboración de políticas públicas que garanticen oportunidades reales de educar y ser educados, en armonía con el mundo, de manera indisoluble, visibilizando a la ‘infancia que hay fuera de la escuela’, cuestionando nuestra propia práctica docente y el sentido mismo de la educación.